El odio aumentará contra ti. Te dirán que esta Obra es de Satanás
miércoles, 11 abril 2012 21:20
Mi querida y amada hija, ¿por qué a veces cuestionas las Gracias que te he dado?
El Don de leer las almas te fue dado para que puedas discernir las intenciones de esas pobres almas que intentarán socavar Mi Santa Palabra.
Este Don te permitirá sentir compasión por tales almas y ayudarlas a encontrar el verdadero camino hacia la Vida Eterna y a liberar sus almas del tormento que soportan.
Este Don también le permitirá identificar a los falsos profetas.
Sabrás al instante, quién viene en Mi Nombre y quién no.
Al principio sentirás una terrible sensación de miedo porque reconocerás la obra de Satanás. Sabrás inmediatamente cuándo está presente en los demás.
Cuando te ataque, a través de otros, sentirás como si te hubieran dado una patada en el estómago.
Sentirás náuseas cuando te encuentres cara a cara con alguien cuya alma ha sido robada por Satanás y temblarás y te sentirás mareado.
Hablarás, sin embargo, a tales almas con Mis Palabras y con una fuerza que no reconocerás como tuya.
Muchos que vengan a ti con almas puras, sentirán la Luz y Mi Presencia surgir a través de sus cuerpos.
Pocos, de corazón humilde y profundo amor por Mí, dejarán de responder a Mi Espíritu Santo, que ha inundado tu alma.
Hija mía, esta es ahora una etapa difícil de tu Misión.
El odio aumentará contra ti.
Se le dirá que esta Obra es de Satanás.
¿No sabes cómo trabaja Satanás, el engañador? Convence a las almas buenas de que cuando se pronuncia Mi Palabra, no viene de Mí?
Intenta convencer a los demás, a través del miedo que le tienen, de que los rasgos asociados a él están presentes en los demás.
Él causa dudas y angustia en las almas engañándolas. Cegándolas a la Verdad e impidiéndoles recibir las Gracias, diseñadas por Mí, para santificar sus almas.
A los que más ataca son a los que están más cerca de Mí.
Esto incluye no sólo a visionarios y profetas, sino a las mismas almas que necesito para ayudar a formar Mi Ejército.
Este Ejército derrotará a Satanás. Él lo sabe y nunca se dará por vencido en su búsqueda de almas.
Pero recuerda esto. Satanás no tiene el poder que yo tengo. No puede vencer a la Santísima Trinidad. Él es impotente contra Mi Madre a quien se le ha dado autoridad para destruirlo. Él la teme.
A todos aquellos que dudan de Mi Palabra, dada a través de estos Mensajes, por favor pidan a Mi amada Madre que los acerque a Mi Sagrado Corazón.
Pídele que te cubra con su Manto Sagrado y te dé la protección que necesitas contra el maligno.
Recuerda, el maligno está lleno de odio.
Cuando encuentres odio de cualquier tipo en tu corazón, especialmente hacia Mis santos mensajeros, debes saber que Satanás te ha tentado a pecar.
Es entonces cuando debes pedirme las Gracias que te hagan fuerte.
Recordad, nunca daré la espalda a ninguno de vosotros, incluyendo a aquellos que odiáis a Mis mensajeros y a aquellas almas que Me rechazan.
Tu amoroso Salvador
Jesucristo
Por cada alma que dediques a Mi Misericordia, salvaré cien más
jueves, 11 abril 2013 21:20
Mi querida y amada hija, debes seguir adelante y concentrarte en aquellas pobres almas que no creen en Dios en absoluto. Me refiero a aquellos a quienes nunca se les ha dado la Verdad sobre la Existencia de Dios, su Creador.
Hay miles de millones de personas que no tienen conocimiento de la Santísima Trinidad porque les fue ocultada. Estas son las almas a las que Yo concederé gran Misericordia y necesitan que se les dé a conocer estos, Mis Mensajes al mundo.
Las otras almas que Me preocupan son aquellas que fueron tibias en su fe y que ahora se niegan a aceptar la Verdad de la vida eterna. A muchas personas que no están seguras de su Creación, o de la Existencia de Dios, pronto se les mostrará la Verdad. De nuevo les mostraré gran Misericordia y Mi Amor tocará sus corazones y serán salvados.
Pero también están aquellos que continuarán resistiendo Mi Intervención. Lucharán contra cualquier intento de que se les dé la Verdad, y la prueba que se les dará de Mi Misericordia se les echará en cara. De nuevo, Yo intervendré y continuaré luchando por sus almas.
Finalmente, están aquellos que sí saben todo sobre Mí y el hecho de que Yo Soy el Mesías. Ningún milagro o acto de amor los atraerá a Mí porque se han abandonado a Satanás. Estas almas serán devoradas por la bestia y no las dejará ir libres porque no me ven como su Salvador. Todavía no conocen la verdad del plan de la bestia. Para salvarlos, vosotros, Mis amados seguidores, debéis darme vuestra lealtad encomendándome sus almas durante vuestras oraciones y cuando recibáis la Sagrada Eucaristía. Debéis ofrecérmelas cada día y por cada alma que dediquéis a Mi Misericordia, salvaré cien más.
Hazlo todos los días. Al final de cada mes estarás lleno de alegría porque sabrás a cuántas almas así se les ha concedido esta Gran Misericordia. Este es sólo otro Regalo con el que te bendigo y las gracias que recibirás cuando reces esta Oración de Cruzada serán en abundancia.
Oración de cruzada (104)
Libera esta alma de la esclavitud
Queridísimo Jesús, te presento el alma de mi hermano y hermana, que ha abandonado su alma a Satanás.
Toma esta alma y redímela en Tus Santos Ojos.
Libera esta alma de la esclavitud de la bestia y tráele la salvación eterna. Amén.
Mi Misericordia continuará siendo dada a la humanidad, y especialmente, a cada alma que rechaza la Palabra de Dios.
Os bendigo, Mis fieles discípulos, y continúo derramando sobre vosotros el Don del Espíritu Santo.
Tu Jesús
Madre de la Salvación: Jesús era como tú, en todo, excepto en el pecado, porque eso habría sido imposible
viernes, 11 abril 2014 15:22
Mi querido hijo, siete ángeles caídos atacarán esta Misión e intentarán engañar a los hijos de Dios para que no permanezcan fieles a Su Ejército Remanente. Aparecerán ante aquellos a quienes engañan como ángeles de la Luz, cuando, de hecho, son cualquier cosa menos eso.
El poder de Satanás es muy fuerte y su presencia en el mundo es evidente, ya que señala a todos sus devotos, para animarlos a hacer alarde de su presencia. Él hace esto a través de la música, las religiones, que no son de mi Hijo, Jesucristo, y a través de aquellos que posan detrás de los llamados grupos santos, que idolatran a la bestia y su dominio en la Tierra.
Hijos, siempre deben seguir a mi Hijo, a través de todo lo que Él enseñó durante Su Tiempo en la Tierra. Su Santa Palabra es sacrosanta y es todo lo que ustedes necesitan saber, si van a seguir Su Camino a la Vida Eterna. Debéis manteneros enfocados en vuestro deseo de ganar la Vida Eterna y por lo tanto vivir vuestras vidas como mi Hijo os ha mostrado. Nunca aceptéis nada que ponga en duda Su Divinidad. El hombre que se atreve a declarar falsedades sobre mi Hijo no tiene el Don del Espíritu Santo, y por lo tanto es indigno de definir todo lo que mi Hijo es.
Mi Hijo es vuestro Divino Salvador, que se abajó hasta hacerse hombre. Cuando nació, el Verbo se hizo Carne y así Jesucristo fue un hombre, en todos los sentidos. Jesús era como tú, en todo, excepto en el pecado, pues eso habría sido imposible. El Hijo de Dios fue enviado para redimir a la humanidad y salvar a cada uno de ustedes de la muerte, que viene de la esclavitud a Satanás. Su Divinidad es Todopoderosa, Todo Buena, Todo Impenetrable y negar Su Divinidad es negar el Poder de Dios. Cuando haces esto, estas declarando tu lealtad al diablo.
Hijos, debéis recitar esta Oración de Cruzada e invocarme, vuestra Madre, para que os proteja de los engaños que se os pondrán delante, con el fin de incitaros a negar el Poder de Dios.
Oración de cruzada (146) Protección contra el engaño
Querida Madre de la Salvación, protégeme con la Gracia de la protección contra los engaños, creados por Satanás para destruir la fe de los cristianos. Protégenos contra aquellos que son enemigos de Dios. Mantennos a salvo de mentiras y herejías, utilizadas para debilitar nuestro amor por tu Hijo. Abre nuestros ojos a la falsedad, al engaño y a todo intento que podamos encontrar para animarnos a negar la Verdad. Amén.
Gracias por responder a mi llamada para advertiros del gran engaño, que pronto descenderá sobre la Iglesia de mi Hijo en la Tierra.
Tu querida Madre
Madre de la Salvación