Cómo entrar en el Cielo - papel del sufrimiento

viernes, 14 enero 2011 10:00

Mi amada hija, la forma en que Me comunico contigo está empezando a cambiar. Mientras que en Mensajes anteriores he advertido a Mis hijos de la urgencia de arrepentirse para alcanzar la salvación, Mis próximas comunicaciones se centrarán en ayudar a las almas a apuntar hacia la perfección espiritual.

El Paraíso, hija Mía, aunque es el hogar legítimo de todos y cada uno de vosotros, no es fácil de entrar. La entrada es pequeña y sólo pueden entrar tantos a la vez. Para poder entrar, las almas deben mostrar humildad y ponerse completamente en Mis Manos. Deben dejar de lado el orgullo, la fuerte voluntad y el afán y apego que tienen por las cosas materiales de esta Tierra, si quieren entrar en el Cielo.

Todos Mis hijos que están empezando su viaje espiritual hacia Mí, ahora que entienden la Verdad, necesitan trabajar duro ahora y entender las cualidades esenciales para entrar en el Reino de Mi Padre.

La importancia de la humildad

Humildad es un término que muchos de Mis hijos entienden a través de Mis Enseñanzas. Aunque muchos de Mis seguidores entienden por qué es importante, están confundidos en cuanto a lo que realmente implica. Humildad significa sinceridad. Significa aceptar, con dignidad, las pruebas, retos y abusos a los que os enfrentaréis especialmente cuando vengáis en Mi Nombre. Mi mejor consejo es éste. Piensa en ti mismo como un niño, un niño simple e inocente, sin conocimiento de la sociedad malvada que normalmente experimentarías como adulto. Comunícate en todo momento en tus oraciones a Mí a través de los ojos y el corazón de un niño.

Mantén las oraciones y la comunicación sencillas. No espero que recites todas las Oraciones transmitidas, por Amor, al mundo. Levanta la mirada y comparte tus problemas Conmigo. Comparte tus sufrimientos. Entrégamelos. Seréis muy recompensados cuando aceptéis el dolor o el sufrimiento en vuestras vidas, por Mí. Puede que no os deis cuenta, pero cuando lo hacéis, estáis salvando a muchas almas y estáis allanando el camino para que entren en el Cielo. Este hecho no os será revelado hasta que vosotros también entréis en el Cielo, donde experimentaréis la gloria de vuestro generoso regalo a Mí.

No pierda los nervios cuando defienda su fe

Mostrar humildad significa aceptar lo que sucede a tu alrededor, por doloroso que sea. Muestra dignidad en todo momento, incluso cuando Mi Nombre esté siendo despreciado en tu compañía. Defiende por todos los medios -y apasionadamente, si así lo deseas-, pero nunca rechaces al agresor despreciándolo públicamente.

Explica la Verdad de Mis Enseñanzas con calma. No pierdas los nervios. Tampoco muestres miedo al agresor. Sé firme. Defiéndete, pero sólo reiterando Mis Enseñanzas. Nunca tengas miedo de decir la Verdad abiertamente. No confundas humildad con cobardía. Algunos de Mis seguidores que entienden la importancia de la humildad y su relevancia en la santificación de las almas, confunden esto permaneciendo en silencio cuando Mi Nombre es escarnecido en público. Sí, nunca debes juzgar a la persona que Me ridiculiza, o a Mi Padre Eterno, o de hecho, a Mi amada Madre Bendita, pero debes mantenerte firme en defensa de la Verdad.

El dolor, un don de Dios

Cuando habléis Conmigo, como niños, comprended esto. Si abrís vuestros corazones y ponéis toda vuestra confianza en Mí, Yo os dirigiré cuando sufráis penas en esta Tierra. No Me des la espalda. Aunque es insoportablemente doloroso, hijos Míos, consideren el dolor como un Regalo de Dios. Una bendición. Porque es a través del dolor y el sufrimiento que tiene lugar la purificación. Ofréceme tus sufrimientos. Al hacerlo, ustedes están aliviando el tormento que Yo sufro, cuando experimento el dolor de Mi Pasión en la Cruz, una y otra vez, cada día mientras soy testigo del horror en el mundo de hoy.

La Purificación que tiene lugar cuando aceptáis el dolor o el sufrimiento, por malo que sea, cuando se ofrece con alegría por la salvación de la humanidad, no puede ser verdaderamente comprendida por vosotros, hijos Míos. Pero a medida que os acerquéis a Mí, abriendo vuestros corazones, abandonando vuestra voluntad a Mí y entregándoos completamente a Mí, comprenderéis más. Veréis, sólo haciendo esto estaréis en unión Conmigo. Y cuando lo hagáis, vuestras pruebas y sufrimientos en la Tierra se aliviarán. Con el tiempo aceptaréis el sufrimiento con alegría en vuestros corazones, especialmente cuando Me lo ofrezcáis como regalo.

El sufrimiento es un Regalo de Dios y está permitido. Las almas que ayudes a salvar te garantizan un lugar en el Reino de Mi Padre.

Estas Enseñanzas no son nuevas, hijos Míos. Es sólo que no se les ha recordado la simple Verdad. Mis Mensajes y Enseñanzas nunca han cambiado. Son simples y están resumidos en los Evangelios y en los Diez Mandamientos. Sólo recuerda, cuando te entregas a todos, te entregas a Mí. Muestra amor a tu prójimo y Me mostrarás amor a Mí.

Trátalo como esperas que te traten a ti. Y no olvides nunca que, cuando te enfades con los demás y sientas la tentación de hacerles daño o de castigarles de alguna manera, Yo estoy presente en ellos, incluso en los que Me odian. Inflige daño a cualquiera de Mis hijos y Me harás lo mismo a Mí.

Con el tiempo, hijos Míos, todas estas acciones llenas de gracia tendrán sentido. Oren cada día por la fuerza para vivir su vida en Mi Nombre. Sepan que cada vez que perdonan a otro, aunque parezca el enemigo, expanden Mi Corazón de Amor y Misericordia. Por eso, recibirás la felicidad eterna en el Cielo.

Reza por la perseverancia. Imita mi vida. No será fácil. Pero tus acciones, por pequeñas que sean, ayudarán a las almas.

Tu amado Maestro y Salvador

Jesucristo, Uno con Dios Padre Eterno y el Espíritu Santo

A pesar de Mi Divinidad, siento asco y repugnancia por los pecados del hombre

lunes, 14 enero 2013 18:12

Mi querida y amada hija, el tiempo de preparación para La Advertencia es corto. Este es un tiempo en el que, no importa cuán dolorosa sea la persecución, debes ignorar todo excepto Mi Santa Palabra.

Mientras comienzan los preparativos, que nadie os detenga, Mis amados seguidores, mientras preparáis vuestras almas y rezáis por aquellos que morirán en pecado mortal durante La Advertencia.

Ustedes, Mis seguidores y Mis siervos sagrados, soportarán, ahora, el dolor que siento, mientras miro hacia abajo a los miserables pecadores. A pesar de Mi Divinidad, siento asco y repugnancia por los pecados del hombre, mientras desfilan ante Mis Ojos.

Su arrogancia, la insolencia y el orgullo, demostrados por estos pecadores, emulan, exactamente, los rasgos de Satanás y sus demonios. Estos mismos espíritus malignos han devorado las almas de los hijos de Dios, de modo que ya no parecen los niños que una vez fueron, cuando tomaron su primer aliento.

Están tan llenos de orgullo y convencidos de su propia invencibilidad, que ya no son capaces de permitir que el Espíritu de Dios toque sus almas. Por eso necesitan vuestras oraciones.

Yo te bendigo con la Gracia de salvar a estas almas y tú debes, por Mi bien, ayudarme a ayudarlas.

No contento con satisfacer sus propias lujurias para alimentar sus deseos corporales, el hombre siente entonces que debe interferir con Mi Creación. Entonces toma medidas en las que intenta, no sólo emular el Poder de Dios, cuando se trata de la Creación de la vida humana y de la toma de la vida humana, piensa que tiene el poder de reemplazar la Existencia de Dios. Ahora cree en su propia divinidad, que no es más que una mentira colocada dentro de su alma por Satanás, a quien ha jurado lealtad.

Estos pasos, que ahora da el hombre, van más allá de los límites permitidos por Dios. Ahora que las Iglesias de Dios van a ser asediadas por el espíritu del mal, de enemigos e impostores, el castigo descenderá finalmente sobre la tierra.

El Poder de Mi Padre será atestiguado y Su castigo será severo. Conmocionará incluso al pecador más arrogante, que no tendrá ninguna duda de cuya Mano ha caído sobre la tierra. Mi Padre hará esto para librar a la tierra de la maldad, mientras permite, al mismo tiempo, el crecimiento de Su ejército de seguidores leales que ayudarán en la salvación de las almas.

El pecado ha dañado la tierra que ustedes pisan y se puede ver en la enfermedad, la contaminación y la corrupción entre sus gobiernos. La mancha del pecado cubre el mundo, de modo que se ha convertido en algo repugnante y vil a los Ojos de Mi Padre. Él, que creó el mundo como un lugar donde podría nutrir a Su familia, está desconsolado.

Mi Padre también está enfadado y la balanza de la justicia se ha inclinado. Su castigo no puede detenerse allí donde se ha hecho necesario.

Ayuda a tus hermanos y hermanas, especialmente a aquellos que han creado leyes que interfieren con las creadas por Dios, el Altísimo. Debéis hacerlo a través de las Oraciones de la Cruzada. Sed fuertes. Sed valientes. Tened esperanza y no temáis nada, si Me amáis.

Tu Jesús

Cuando Mi Iglesia sostiene la Palabra de Dios, debes permanecer obediente a Mi Iglesia

martes, 14 enero 2014 16:53

Mi querida y amada hija, cuando Mis siervos, Mis seguidores y todos aquellos que profesan ser de Mí, dicen que Me aman, esto significa dos cosas. Me aman porque aceptan Mi Palabra y Me honran profesando la Verdad.

Cuando Me amas, debes permanecer fiel a Mi Santa Palabra. Esto significa ser obediente a Mi Palabra en todas las cosas relacionadas con la Verdad. Cuando profesan la Verdad de Mi Palabra, como Mis siervos sagrados, deben permanecer obedientes a la Palabra de Dios.

Cuando Mi Iglesia sostiene la Palabra de Dios, debes permanecer obediente a Mi Iglesia. Pero cuando llegue el día en que aquellos con autoridad en Mi Iglesia ya no proclamen la Verdad, entonces debes permanecer obediente sólo a Mí. Porque Yo Soy la Iglesia. Sin Mí, tu Jesús, no hay Iglesia.

Cuando Mi Palabra es manipulada y luego adaptada, ya no será Mi Palabra. Ustedes solo pueden ser obedientes a la Verdadera Palabra de Dios. Si ustedes siguen una nueva doctrina hecha por el hombre, la cual reemplazará Mi Santa Palabra en Mis iglesias a través del mundo, entonces, aquellos responsables de este sacrilegio Me negarán. Solo permanece obediente a aquellos que proclaman la Palabra de Dios, porque si no es Mi Palabra entonces - no es de Dios.

La Palabra de Dios es sacrosanta. Nadie puede cambiarla. La obediencia a Mi Iglesia es importante. La obediencia a la Palabra de Dios es lo que determina si eres cristiano. El día en que reemplaces la Palabra de Dios, con un sustituto hecho por el hombre, es el día en que desobedecerás la Palabra de Dios.

Sólo podréis permanecer obedientes a Mis Ojos, en Mi Iglesia en la Tierra, si se mantiene la Verdad. Nunca debéis tener miedo de proclamar la Verdad, porque sólo la Verdad os hará libres.

Tu Jesús

La confianza es la clave del amor verdadero

miércoles, 14 enero 2015 15:40

Mi querida y amada hija, cuando un hijo de padres amorosos siente amor, se nutrirá con una gran sensación de confort y familiaridad.

El amor entre un niño -que tiene la suerte de tener unos padres cariñosos- y su familia nace de un arraigado sentimiento de confianza. Esta confianza es absoluta. Lo mismo ocurre con cada alma viviente que Me ama incondicionalmente. Mi Amor por ellos es inquebrantable. La confianza es la clave del verdadero amor. Cada hijo Mío es amado, aunque su amor por Mí no siempre existe.

Ámame y sentirás paz. Ámame y amarás a todos los que son hijos de Dios. Este amor es algo natural. Sin él no puedes estar completo.

Cuando Yo esté en ti, verás el mundo como Yo lo veo, tanto en su gloria como en sus imperfecciones. Reconocerás los obstáculos a los que se enfrenta la humanidad y sentirás desdicha cuando seas testigo del odio en cualquiera de sus formas, porque el odio es lo opuesto al amor.

Reza, reza, reza para que el amor a Dios siga vivo en el mundo, porque sin él te sentirás desolado y aislado.

Ámame como Yo amo a todos los hijos de Dios y derramaré grandes Gracias sobre ti y vencerás el mal en todas sus formas.

Tu amado Jesús