miércoles, 25 septiembre 2013 12:15
Volume 4La SaletteJuan ApóstolApóstolesotras profecíasFátimaCrucificciónoración de discernimientoHija mía, la Crucifixión de la Iglesia de mi Hijo en la Tierra ha comenzado y todos los signos han comenzado a verse. Así como mi Hijo fue clavado en la Cruz, sólo uno de Sus apóstoles permaneció con Él hasta el final y así también,pocos de Sus discípulos en la Tierra, se atreverán a ser vistos defendiendo Su Cuerpo Místico en la Tierra, mientras es saqueado, perseguido y luego aniquilado.
Muy pocos de los que juraron lealtad a mi Hijo presenciaron su flagelación o caminaron junto a Él en la subida al monte Calvario. Sólo tuve cuatro discípulos leales -mi prima María; Marta; María Magdalena y Juan- para sostenerme y ayudarme en mi agonía mientras tenía que presenciar la terrible tortura de mi Hijo. Muchos seguirán las instrucciones de mi Hijo, a través de estos santos Mensajes para el mundo, pero sólo unos pocos serán lo suficientemente valientes como para proclamar abiertamente la Palabra de Dios durante la Crucifixión de la Iglesia de mi Hijo en la Tierra.
Mi dolor en este momento es grande, ya que todo lo que fue predicho por mí durante las apariciones de La Salette y Fátima se está desarrollando ahora ante todos vosotros, pero muchos de vosotros estáis ciegos. Aquellos de vosotros que habéis dedicado horas ante mí en mis santísimos santuarios debéis venir y pedirme a mí, vuestra Madre, que abra vuestros ojos a la Verdad. Debéis pedirme que consagre vuestros corazones y vuestras almas a mi Hijo, de lo contrario también vosotros le negaréis.
Tu querida Madre
Madre de la Salvación