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How I love you children and how you ease My suffering.

Cuando la voluntad de un hombre choca con la Voluntad de Dios, se sufre un gran dolor por ambas partes

domingo, 23 febrero 2014 16:03

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Mi querida y amada hija, cuando la voluntad de un hombre choca con la Voluntad de Dios, un gran dolor es soportado por ambas partes. Al hombre le ha sido concedido el Don del libre albedrío por Mi Padre y, como tal, es libre de hacer las elecciones que desee en la vida y Dios nunca interferirá con este Don del Cielo. Sin embargo, para aquellos que desean servirme completamente, con la intención de ayudarme a salvar las almas de otros, y que Me dan el regalo de su libre albedrío, será un viaje muy difícil para ellos.

Cuando Me entregues tu libre albedrío, para hacer lo necesario en la salvación de las almas, el sufrimiento que padecerás será muy duro. Como tu voluntad entonces ya no te pertenece, siendo la naturaleza humana lo que es, esto significa que se producirá una lucha, entre el libre albedrío del hombre y la Voluntad de Dios. Muchas personas, que Me aman y que quieren cumplir la Voluntad de Dios en sus vidas, siempre lucharán. Para satisfacer la Voluntad de Dios, el alma debe abandonar todo sentido de orgullo y la necesidad de satisfacer sus propios deseos personales. Sólo puedes servir verdaderamente a Dios, si confías completamente en Él y le ofreces todas tus pruebas y tribulaciones, por el bien de todos.

Cuando las personas bien intencionadas, sirven a Dios y tratan de vivir sus vidas como Él les instruyó, caen fuera de la Gracia, sienten vergüenza. Mortificadas por haber rehuido a Dios y por haberle defraudado por egoísmo, sentimientos de autoestima o arrogancia, entonces esconden sus rostros de la Luz de Dios. Cuando son iluminadas por la Verdad, estas almas pueden, de repente y sin previo aviso, empezar a dudar de su fe. Un minuto aman a Dios con todo su corazón y se ofrecen completamente a Su cuidado y al siguiente minuto se aíslan de la Fuente de Luz. Es entonces, cuando la persona, utilizando el intelecto humano, dicta a Dios lo que está dispuesta a hacer, para servir a Dios y esto normalmente será en sus propios términos. Sí, el alma puede decir a Dios: "Te serviré, pero con la condición de que me concedas este favor y aquel otro". ¿No sabéis que no se puede servir a dos señores, pues sólo hay Un Dios y Él es el que manda? Dios es el Amo de todo lo que es y será. El hombre está para servir a Dios, pero sin embargo Dios hará todo lo que pueda para dar consuelo a Sus hijos.

Cuando descubras que empiezas a dudar de Dios o a perder la confianza en Su Amor o en Su Promesa, entonces debes recitar esta Oración de Cruzada, que se conocerá como la Oración de Restauración.

Oración de Cruzada (137) Oración de Restauración

Oh Dios Todopoderoso, Oh Dios Altísimo, mírame a mí, Tu humilde siervo, con amor y piedad en Tu Corazón. Restáurame en Tu Luz.

Levántame de nuevo a Tu Favor. Lléname de Gracia, para que pueda ofrecerme a Ti en humilde servidumbre y de acuerdo con Tu Santísima Voluntad.

Líbrame del pecado de orgullo y de todo lo que te insulta y ayúdame a amarte con un deseo profundo y permanente de servirte todos mis días por los siglos de los siglos. Amén.

Por favor, recuerda que es muy fácil dar la espalda a Dios y sólo hace falta una persona para sembrar la duda en tu alma sobre la Bondad de Dios y Su Gran Misericordia para todos Sus hijos.

Se necesita mucho valor y resistencia para permanecer fiel a la Palabra de Dios, pero sin pedir las Gracias para servirle adecuadamente, no podrás hacerlo por ti mismo.

Tu Jesús


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