Dios Padre: He esperado pacientemente mucho tiempo para reunir a Mis hijos, de nuevo, en Mi Santa Voluntad

Mi queridísima hija Mía, cuánto temes cuando es tan innecesario. Cuando Yo doy al mundo un Regalo de esta magnitud, se hace por un sentido del deber, que nace de Mi Gran Amor por todos Mis hijos.

Os advierto para protegeros a todos. Te revelo parte de Mí en cada Mensaje que te doy para el mundo. A ti, hija Mía, te muestro Mi gran anhelo de estar cerca de Mis hijos. Te muestro Mi Compasión, Mi Alegría, Mi Desaprobación, Mi Ira, Mi Amor y Mi Misericordia. ¿Por qué entonces, cuando te extiendo así la mano, Me temes? Nunca debéis temer a un Padre que ama a toda Su descendencia y especialmente a los pecadores, que profanan abiertamente toda Ley dada por Mí para atraer a la humanidad hacia Mi Ternura.

Hijos, estad dispuestos a acoger Mi Gran Misericordia. Abrid vuestros corazones para acogerme a Mí, vuestro amado Padre. Preparaos para saludarme y llamarme cada vez que el miedo se cuele en vuestros pensamientos, cuando tratéis de aceptar estos Mensajes. Estos Mensajes son únicos. Son presentados al mundo por la Santísima Trinidad. Son considerados por Mí como la Misión más importante en la Tierra desde que envié a Mi Hijo Único para redimirte.

Esta, Mi Palabra, debe ser aceptada con un corazón misericordioso y agradecido. Acoge Mis Palabras. Conténtate con el conocimiento de que todo lo que es, permanece y siempre permanecerá, dentro de Mi Mandato. Yo Soy todo lo que Es y Será. Todas las decisiones, en cuanto al futuro de la humanidad y el destino del mundo por venir, permanecen Conmigo. Yo nunca los asustaría intencionalmente, hijos. Lo que haré es prepararos para Mi Nuevo Reino, para que estéis preparados para entrar en él - cuando todo el dolor y la pena ya no existan.

Estén en paz, Mis hermosos y deseables hijos. Ustedes son todo para Mí. Los incluyo aquí a todos ustedes. A todos los pecadores. Todos los que no Me reconocen. Todos los que idolatran a Satanás. A todos Mis hijos fieles. Aquellos cuyas almas han sido arrebatadas. Me pertenecéis sólo a Mí. No permitiré que un alma sea ignorada en este, Mi último intento, de preparar al mundo para la Segunda Venida de Mi Amado Hijo.

Ninguno de ustedes quedará sin ser tocado por Mi Mano de Misericordia. Permítanme abrir sus corazones para que sean bendecidos por Mi Mano.

Dime: "Queridísimo Padre, extiéndete y toca mi cuerpo y mi alma con Tu Mano de Misericordia. Amén". Responderé inmediatamente a tu llamada.

Vayan adelante, pequeños Míos, y estén en paz, porque Mi Intervención será su Gracia salvadora, no importa cuán difícil sea el período que se avecina. Yo estaré esperando para abrir la Puerta a Mi Nuevo Paraíso, con Amor en Mi Corazón, mientras les hago señas para que vengan a Mí, su Padre.

He esperado pacientemente mucho tiempo para reunir a Mis hijos, de nuevo en Mi Santa Voluntad. Ese Día está cerca y Mi Corazón se regocija anticipando el momento en que el hombre regrese a su legítimo lugar junto a Mí.

Tu Padre amoroso

Dios Altísimo